El Partido-Red

Hoy he tenido una sorpresa agradable. En mi paseo-red matutino he encontrado, a través del blog de Miquel Iceta, la bitácora de un antiguo profesor de Universidad y amigo: Toni Comín. Probablemente fue junto a él cuando más aprendí. Sus clases de Ética social eran uno de los pocos espacios donde el debate era abierto y, en muchas ocasiones, encarnizado. Todavía recuerdo con cariño las broncas que montábamos en clase…

Descubrir su blog ha sido una alegría no solamente por el hecho mismo de descubrirlo sino por encontrar en él aquello que me está suscitando más interés en los últimos: el paso de los partidos piramidales a los partidos red. Vean este extracto:

El proceso político tiene muchas fases y muchas actividades a través de las cuales se manifiesta: el debate, la movilización, la formación y la información, la deliberación, la toma de decisiones propiamente dicha, el control de las instituciones y los gobiernos, etc. Para maximizar la productividad en términos de participación, de la misma manera que las pirámides fordistas ya no valen para crear riqueza en el caso de la empresa, tampoco sirven ya los clásicos partidos políticos piramidales, herederos del centralismo democrático. Necesitamos partidos-red: no una sino una suma de organizaciones, de distintos tamaños, cada una con su especialización funcional, que tengan una relación a la vez de conexión y autonomía.

El partido-red es una estructura compleja –y hasta cierto punto dispersa- capaz de maximizar la participación política en la medida que cada uno de los nodos ofrece una puerta distinta y específica para “entrar” en la actividad política, ya sea mediante la reflexión o la acción.

Empezar a debatir sobre esta cuestión resulta especialmente interesante ya que no se trata de una mera entelequia sino que el Partido-Red está empezando a dar sus primeros pasos.