Entre Muchos Fuegos

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Todos los días leo y pienso sobre lo que ahora está ocurriendo en Israel y Líbano. Y todos los días algo se me revuelve también cuando pienso en la atención que recibe. Porque, desgraciadamente, está todos los días en los telediarios porque es un tema que «vende». No porque la gente sufra, no. No porque mueran. Principalmente porque «vende». Pues si se tratara de poner el foco en el sufrimiento humano la información que recibimos trataría muchísimos otros países. Trataría muchísimas otras guerras ahora ya olvidadas…

Gracias a que excelentes blogs como Guerra y Paz aportan datos continuamente consiguiendo que no perdamos en ningún momento la perspectiva de lo que ocurre en el Líbano e Israel, o como Guerras Posmodernas donde se analiza con mucho tino la situación; gracias a ellos puedo permitirme recordar aquí que no todo es el Líbano y retomar uno, de lo muchos lugares, que deberían recibir un poco más de nuestra atención. Recupero por lo tanto un antiguo post, un post que publiqué en marzo de este año en la antigua versión de este blog y que tal vez nos ayude a recordar lo que a veces los medios olvidan.

Dos décadas de conflicto armado entre el Ejército de Resistencia del Señor y el gobierno de Uganda en la zona septentrional del país, ha causado que cerca de 2 millones de civiles hayan tenido que huir de sus hogares. Obligados a instalarse en los -llamados- campos protegidos, las personas internamente desplazadas se enfrentan a una alta inseguridad, funestas condiciones de vida y la falta de medios de subsistencia. Los abusos contra estas comunidades son rampantes, el Ejército de Resistencia ha cometido crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos incluyendo el secuestro de cerca de 20.000 niños, mutilaciones generalizadas, violaciones y asesinatos contra la población civil. Estos ataques han llevado a un desplazamiento secundario en el cual cerca de 4000 niños caminan cada noche desde los campos para dormir en la relativa seguridad del centro de las ciudades.

Mientras el Ejército de Liberación ha sido el perpetrador de estos crímenes, las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda, el ejército nacional, ha cometido también violaciones de los derechos humanos contra los civiles que incluyen detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, torturas y violaciones. El ejército, cuyo mandato es proteger a los civiles, no solamente ha fracasado en la prevención de los ataques y secuestros por el Ejército de Liberación, sino que ha perpetrado graves abusos contra los civiles en un clima de impunidad.

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Fuente: Witness.org