La Diosa de la Democracia

diosa-de-la-democraciaDurante las protestas de la Plaza de Tiananmen en 1989, los estudiantes de la Academia Central de Bellas Artes decidieron construir una estatua de diez metros de altura a base de poliestireno y papel maché. Tardaron sólo cuatro días en erigirla y la bautizaron como la Diosa de la Democracia.

La intención era que fuera tan grande como fuera posible, así el gobierno chino se vería obligado bien a destruirla -provocando que todavía más jóvenes se unieran a las protestas- o bien permitir que siguiera en pie. Ésto fue lo que ocurrió:

El 27 de mayo de 1989, los estudiantes comenzaron a sentir que las protestas en pro de la democracia y la libertad estaban perdiendo fuelle. Algunos de ellos, reunidos en la Academia de Bellas Artes, decidieron no permitir que la estrategia del gobierno consistente en esperar a que los estudiantes se cansaran y abandonaran la plaza se impusiera. Era necesario actuar con urgencia.

En muy poco tiempo crearon un modelo de la estatua que querían alzar en plena Plaza de Tiananmen. Medio metro de arcilla modelada proyectaba la esperanza de unos pocos estudiantes. Ahora era necesario actuar con rapidez para contruir la imagen del sueño de una generación.

Una vez carvadas las enormes piezas que conformarían la enorme estatua era momento de planear como llevarlas desde la Academia hasta la Plaza.

A la complicación de cómo transportar las piezas y los intrumentos para erigir el monumento se unió una dificultad mayor: el Buró de Seguridad Nacional se había enterado de sus intenciones y habían amenazado con retirar la licencia de transporte a cualquier camión que les ayudara. Así que los estudiantes tuvieron que agudizar el ingenio. Consiguieron hacerse con seis carretas para transportar las piezas y filtraron un itinerario falso para despistar a las autoridades. Estudiantes de otras academias acudieron también en su auxilio formando cadenas humanas alrededor de las carretas para protegerlas en caso de que aparecieran las autoridades. Siguiendo una ruta alternativa consiguieron llegar al centro de la Plaza de Tiananmen.

Durante el ocaso del día 29, cuando apenas resistían 10.000 estudiantes en la Plaza, los alumnos de la Academia de Bellas Artes construyeron un andamio de bambú y comenzaron a ensamblar la estatua. El gobierno no tardó en reaccionar y mandó a las tropas para detener la construcción de la efigie. No lo consiguieron. Mareas de ciudadanos pekineses las retuvieron en las calles de la ciudad.

Cuando comenzó a amanecer durante la mañana del día 30, una estatua de una mujer de diez metros, sosteniendo una llama en su mano, se enfrentaba a la enorme imagen de Mao Zedong que colgaba de las puertas de la Plaza de Tiananmen. Por primera vez en China, la Democracia se enfrentaba al Presidente.

Ahora, era necerio escenificar esta confrontación para exaltar el corazón de los estudiantes. El mismo día 30, un hombre y una mujer, escogidos al azar tiraron de los cordeles que descubrirían la estatua que se encontraba bajo unas telas rojas y azules. Cuando la estatua quedó al descubierto la multitud estalló en júbilo. El movimiento en pro de la libertad revivía y si la noche antes apenas quedaban diez mil, durante los días siguientes más de 300.000 personas ocuparon de nuevo ese espacio simbólico para defender a la Diosa de la Democracia.

Sin embargo, la determinación del gobierno de acabar con aquel movmiento no se hizo esperar. El ejército iba a cumplir con su objetivo de llegar a la Plaza de Tiananmen a la una de la madrugada del día 4 de junio utilizando tanques de combate. La Diosa de la Democracia se alzó contra la opresión durante tan solo cinco días antes de que fuera destruida por el Ejército de Liberación Popular poniendo así fin al movimiento. Millones de personas en todo el mundo fueron testigos de la caída de la Diosa a través de sus televisores, vieron como un tanque la embestía haciéndola caer de frente. Sus brazos fueron lo primero en estrellarse contra el suelo. La llama de la libertad que sostenían sus manos se extinguía… ¿para siempre?