La tarde con Bill Gates

Hoy he pasado la tarde con Bill Gates. Ha sido en encuentro a puerta cerrada con un grupo reducido de personas entre quienes se encontraban presidentes de la CEOE, senadores, investigadores de las vacunas de la malaria o de la tuberculosis o vicepresidentas del gobierno. Os podéis imaginar que claramente era el único que bajaba de cuarenta y, probablemente, de los pocos que bajaba de cincuenta (y tengo 30).

Bill ha empezado a hablarnos de la situación de la cooperación al desarrollo en España, del impacto que eso tiene en los países más pobres y de la labor que la Fundación Bill y Melinda Gates está llevando a cabo. Básicamente, su fundación está canalizando gran parte de la riqueza acumulada por el fundador de Microsoft para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo y fomentar el desarrollo económico de los países menos desarrollados. Principalmente lo hacen invirtiendo en la distribución e investigación de vacunas contra el SIDA, la malaria o la tuberculosis y luchando contra enfermedades comunes pero mortales cuando no son tratadas como la diarrea o la neumonía.

Una de las áreas en las que la Fundación ha decidido adentrarse y que no se encontraba entre sus primeros programas es el fomento de la agricultura para promover la salud y el desarrollo. Ha sido a partir de esta explicación cuando, después de su intervención y cuando hemos empezado a hablar, cuando le he planteado lo siguiente: la necesidad de su fundación de desarrollar un nuevo brazo para fomentar y respaldar al emprendedor social.

Mi reflexión con él ha sido ésta: si su fundación está teniendo un tremendo impacto de una forma bastante similar a como se produjo el mayor grado de desarrollo en los países occidentales (primero mejoras en la salud general de la población, explosión de los recursos provenientes del campo después, etc.), el siguiente paso natural será ayudar a los países en vías de desarrollo a desarrollarse industrialmente. La cuestión es que los países no industrializados tienen una oportunidad fantástica para evitar todos los defectos de nuestra industrialización y del capitalismo desbocado. Pueden tomar una vía alternativa para generar tejido empresarial haciéndolo a través del emprendimiento social. Del emprendimiento que busca resolver problemas reales de las personas, problemas sociales, y logrando que esa solución sea permanente porque es capaz de sostenerse económicamente por sí mismo.

Por supuesto que es una aproximación sencilla, no estábamos más que en una conversación de media tarde, pero realmente creo que no hay mejor manera de terminar con la pobreza que hacer ver a la gente que la solución a sus problemas está en sus propias manos.

Y no es una locura, personas como Yunus lo están demostrando cada día.