Todas las mañanas voy al trabajo escuchando la radio y una de las cuestiones que más comentan los oyentes que llaman es la presencia de Zapatero en la cumbre del G20. El Presidente ha insistido en que España tiene mucho que decir en este encuentro. Pero… ¿Qué es exactamente lo que va a decir?
España va a proponer cinco bloques de medidas que tienen como objetivo común introducir la regulación oportuna para mejorar los instrumentos de control del sistema financiero internacional:
- El primero va a consisitir en reforzar la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones financieras. Para conseguir que el sistema sea globalmente más transparente se deberían introducir medidas que permitan tener más y mejor información a los inversores para poder valorar el riesgo de sus operaciones, obligar a las entidades bancarias a proporcionar información más coprensible para facilitar la comprensión de ese riesgo y, finalmente, dotar a las entidades supervisoras de más capacidad de seguimiento de los riesgos financieros además de introducir mejoras en las agencias de calificación de riesgos.
- El segundo es reforzar la infraestructura del mercado de capitales. Este segundo bloque viene a intentar prevenir que en el futuro no se vuelva a producir el descalabro de mercados de títulos como el que han provocado las hipotecas sub-prime. ¿Cómo? Estableciendo mecdanismos de control para garantizar que estos mercados sean más transparentes y no permitan que puedan llevarse a cabo las barbaridades que desde hace meses venimos leyendo en la prensa.
- El tercer bloque es la aportación española más importante: la introducción de elementos anticíclicos. Estas medidas consistirían en que los organismos reguladores pudieran obligar a las entidades financieras a evaluar mejor sus riesgos y aplicar sobre estos comportamientos anticíclicos. Es decir, que en época de vacas gordas ahorren para crear un fondo de seguridad que se utilizaría en época de vacas flacas. Ésto es lo que viene haciendo el Banco de España con las entidades españolas y será la aportación más valiosa de España en la refundación del sistema financiero internacional.
- En cuarto lugar, se va a proponer que esa nueva regulación y supervisión tenga en cuenta el endeudamiento de las familias y de las empresas como elemento a tener en cuenta a la hora de fijar los límites de determinadas operaciones. Es decir, que el mundo financiero se ajuste más a la realidad.
- Y finalmente, un último grupo de medidas, para introducir un cambio en la cultura de gobierno de las empresas financieras. Se trata en definitiva, de introducir medidas de buen gobierno que lleven a los Consejos de Administración a centrarse en la creación de valor de forma sostenida y evitar la especulación, que se dediquen a ofrecer productos de calidad y no hipotecas tóxicas y que los directivos tengan retribuciones razonables y sean responsables de sus actos.
A ver como van las negociaciones y qué resulta finalmente…