Me parece más justo

Creo que yo, y otras muchas personas estos días, estamos alucinando un poco con tanto mensaje catastrofista. He llegado a oir de algunos jefes de Estado, un tanto exacerbados, que lo que está ocurriendo era el fin del capitalismo, de otros, a los que tengo como algo más moderados, que Estados Unidos va a dejar de ser la superpotencia mundial y que Europa y Asia asumirán su papel. Incluso he llegado a oir de importantes líderes de la derecha en el mundo que «le laissez faire, c’est fini«; cosa que, además de dejarme perplejo y sonriente, me ha llevado a preguntarme sobre la diferencia entre la derecha y la izquierda económica.

Hasta ahora, definía en términos económicos a los liberales como aquellos que promulgan la no intervención en el mercado y a los socialdemócratas como a aquellos que sí lo hacen. Y me he dado cuenta que estaba completamente equivocado. Esa no es la diferencia.

Liberales y socialdemócratas intervienen ambos. Lo estamos viendo todos los días en los medios: en Estados Unidos, en Francia, Alemania… Por lo que eso no es lo que diferencia unos y a otros. No.

Lo que realmente les diferencia es que, sabiendo ambos que el mercado es imperfecto y que tiene grandes fallos (siendo la pobreza el mayor de ellos); unos, los liberales, están dispuestos asumir la injusticia y van a permitir que ésta exista hasta que el asunto se haga insostenible. Y entonces sí, el «laissez faire, c’est fini» e intervienen en el mercado. Hacen lo imposible por intentar salvar el sistema no vaya a ser que les cierren el chiringuito.

Otros en cambio, en mi opinion menos hipócritas, asumen que el sistema falla constantemente y constantemente intervienen para mitigar sus efectos nocivos. Regulan, en la mayor parte de los casos, para fortalecer la protección social de los ciudadanos: sistemas de pensiones, subsidios de desempleo, programas de reinserción laboral, sanidad pública y universal, medidas de discriminación positiva…

A mi, hasta el momento, nunca me ha faltado de nada. Es más, podría decir que en muchas ocasiones me he sentido un privilegiado y sin embargo nunca me he sentido afin al liberalismo económico.

No sé a vosotros, pero a mi, sinceramente, me parece más justo el modelo de la izquierda.