Medirse los Pepinos

No hay nada como despertarse con buen pie para ver ésto de las relaciones internacionales con otros ojos. Todavía no sé qué relación existe entre el pie y los ojos pero habrá que investigarlo. Del mismo modo que los guardianes de la revolución en Irán han investigado hasta conseguir un misil que tiene un alcance de 2000 kilómetros. Vamos, que los misiles ya les llegan hasta Israel. Israel, con razón, pone el grito en el cielo y Estados Unidos se ha apresurado a denunciar. Aunque no es nuevo, los americanos llevan ya tiempo que no se aclaran: que si ataco a Irán que si no ataco a Irán, y la prensa tres cuartos de lo mismo.

Afortunadamente, como señalan en Del Alfiler al Elefante hay quienes intentan poner algo de cordura en todo esto argumentando que no va a haber ataque a Irán ni por parte de EEUU ni por parte de Israel. Así que, Señores, por favor, dejen de medirse los pepinos.

Porque para medirnos los pepinos ya estamos nosotros, los europeos:

Tomemos como ejemplo el pepino Clase I, el cual debe ser «prácticamente recto (altura máxima del arco 10mm por cada 10 cm de longitud del pepino)». Traducción: un pepino de seis pulgadas no puede curvarse más que seis décimas partes de una pulgada. Siguiendo a 16 páginas de reglamentaciones sobre manzanas (la Clase I debe tener al menos 60mm, o dos tercios de una pulgada por diámetro) vienen 19 páginas de enmiendas estableciendo los colores aprobados para más de 250 tipos.

Y es que resulta que, en plena crisis alimentaria, se están tirando a la basura cantidades y cantidades de pepinos porque no tienen las medidas perfectas. Algunos miembros de la Comisión Europea ya se han dado cuenta de que esto no puede ser y quieren eliminar algunas de estas reglamentaciones. Los españoles, por lo visto, no. Nosotros queremos seguir midiendonos los pepinos.

Son las cosas que tiene el comercio internacional… que es complicado. Aunque por complicado que sea es siempre bueno que exista. Porque como siepmre he dicho, quienes comercian entre sí es difícil que decidan pelearse. Por eso no hay que creerse una palabra de la bravuconería irano-americana, éstos comercian y mucho. Desde la llegada de George W. Bush al poder las exportaciones estadounidenses dirigidas a Irán se han multiplicado por 10 (y eso a pesar de las sanciones económicas).

Por cierto, ¿saben cuál es una de las principales exportaciones de EEUU para Irán? Semen de toro.

En fin, lo de siempre: mucho hacerse el machito… y al final resulta que intercambian fluidos íntimos.