Rajoy sabe que nunca gobernará España

Obama ha confirmado que asistirá al II Foro de la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas. Los próximos días 6 y 7 de abril en Estambul serán el broche final a su primera gira europea como Presidente de los Estados Unidos. La prensa enseguida lo ha interpretado como un espaldarazo al Presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Yo lo veo como el paso natural y necesario de quien tiene voluntad de construir un mundo en paz.

La Alianza de Civilizaciones ya tiene unos años. Desde que el Presidente Zapatero lanzara la iniciativa ante la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 2004 su intención de suavizar las tensiones y divisiones existentes en el mundo entre culturas y religiones ha ido tomando forma y fondo. Comenzó con la creación de un grupo de personalidades de alto nivel que presentaron un informe en 2006 al Secretario General de la ONU y en el I Foro de la Alianza del año pasado en Madrid comenzaron a perfilarse acciones concretas. Para entonces más de 80 países se habían unido a la iniciativa.

La Alianza de Civilizaciones no es un conejo salido de una chistera. Hunde sus fundamentos en el conocimiento profundo de la realidad internacional y de los medios para conseguir un mayor entendimiento entre diferentes. Joseph Nye, Profesor de la Universidad de Harvard, sentó las bases de esta visión política que Obama y Zapatero comparten. Se llama poder blando y consiste en conseguir lo que uno desea, en este caso algo que parece tan complicado como el entendimiento y la convivencia, por medio de la seducción y la atracción en lugar de a través de la fuerza bruta o la compra de voluntades.

Ante quienes se esfuerzan por establecer vías de diálogo, de intercambio y de construcción de un espacio de entendimiento, es decir, de construcción de las condiciones necesarias para la neutralización de los conflictos; en nuestro país el Partido Popular criticaba “las ocurrencias” del Presidente Zapatero, denostaba el proyecto y se burlaba de los países que habían decidido apoyarlo. El año pasado Mariano Rajoy ironizaba:

Hoy hay en Madrid una reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia, de Malasia, de Argelia, y el propio señor Rodríguez Zapatero.

Con afirmaciones como ésta, el presunto líder de la oposición demuestra no tener la talla política para convertirse en un hombre de Estado. El desprecio no tiende puentes entre naciones, la arrogancia no abre diálogos, la soberbia nunca ha sembrado la paz.

zapatero-alianza-civilizaciones

Un gran país como es España necesita de líderes dotados de inteligencia, de capacidad pero, sobre todo, de una visión del mundo que garantice la concordia entre todos los pueblos. Mariano Rajoy no tiene esa visión y sin ella no se puede gobernar a millones de españoles y españolas que, por encima de cualquier otra cosa, tienen un ansia infinita de paz.

Mariano Rajoy sabe que nunca liderará este país y, quizás por eso, nunca le importó insultar a millones ciudadanos de otras naciones.