¿Te animas a poner tu granito?

Hoy me ha llegado un correo electrónico de Kiva.org

Para quien no lo conozca, Kiva es algo revolucionario. Se trata de una página web que permite a personas como tu o como yo prestar dinero a emprendedores de países en vías de desarrollo que lo necesitan. No es necesario un gran desembolso, con 25 dólares puedes empezar a prestar dinero a personas que quieren mejorar su calidad de vida y la de sus comunidades. A través de la página escoges a quién se lo quieres dejar y poco a poco, mes a mes, esa persona te devuelve un porcentaje de lo que le prestaste. Kiva te informa de esos pagos por correo electrónico.

Pues bien, quienes tengan la costumbre de pasarse por aquí sabrán que hace seis meses decidí no salir de copas un viernes. Lo que iba a dejar de gastarme lo presté. Se lo presté a Honorata, madre de tres hijos en Huancayo, Perú, que para tirar adelante a su familia preparaba comidas que vendía en la parada de autobuses. El dinero prestado iría a la compra de materias primas y utensilios de cocina. Hoy he recibido un correo electrónico de Kiva.org en el que me contaban que Honorata ya ha devuelto el dinero que yo y otras personas le prestamos. Su negocio sigue adelante.

Y como la experiencia ha sido tan buena no querido que me devolvieran el dinero. Lo he reinvertido. Y esta vez de América Latina me he ido hacia Asia. Hacia Camboya que es un país al que le tengo un especial cariño. Le he prestado dinero a Sreng Meas y a su familia.

Sreng Meas tiene 35 años y vive en la provincia de Kampong Cham. Kampong Cham es conocida por su industria persquera fluvial en la que Sreng Meas tiene su negocio. Atiende un puesto de venta de pescado fresco en el mercado local. Compra cada día directamente de los barcos según van llegando. Los mercados provinciales no tienen acceso a ningún tipo de refrigeración así que los alimentos perecederos tienen que venderse el mismo día. Gana unos 3 dólares al día. Su marido es mecánico especializado en coches. Le va bien la cosa, gana 10 dólares al día. Tienen 3 hijos. El más mayor ayuda a su padre en el negocio de los coches mientras que los dos más jóvenes están en la escuela. El prestamos que piden será invertido en el taller del marido. Invertirán en nuevas herramientas y en piezas de recambio comunmente demandadas.

Aquí tenéis un gráfico de lo que queda nosotros pongamos para cubrir el préstamo que han pedido.

Yo he puesto mi granito. ¿Te animas tú?