Estos días estoy teniendo la oportunidad de hablar con muchas ONGs. Con muchas personas que tienen como objetivo conseguir que sus organizaciones crezcan y puedan tener más impacto. Desafortunadamente, a día de hoy, entre la situación económica y los recortes que gobiernos municipales y regionales están aplicando a sus políticas de financiación de entidades no lucrativas les están poniendo en dificultades. Algunas ONGs han visto incluso reducido su presupuesto a la mitad de un día para otro.
Hacer crecer a una organización, aumentar su capacidad de impacto, no necesariamente va ligado a los recursos, ni al número de personas que la componen o a las infraestructuras que tienen a su disposición. Es perfectamente posible conseguir multiplicar el impacto de una organización con tan solo realizar un esfuerzo claro: un esfuerzo en innovación. Esta nueva mentalidad está empezando a desarrollarse y, por ese motivo, es difícil conocer qué pasos seguir.
Afortunadamente, en este terreno, hay pioneros que ya han identificado herramientas y estrategias para que las organizaciones generen un impacto mucho mayor del que se creían capaces. Voy a intentar sintentizarlas:
1. APOSTAR POR LOS CLICS
Muchas organizaciones están utilizando la web como una forma de multiplicar su impacto sin necesidad de expandir sus equipos o aumentar la inversión. Se trata de generar el conocimiento y los paquetes de herramientas que permitan a las personas mitigar las necesidades sociales sin importar el lugar en el que se encuentren.
Un buen ejemplo es la organización Kaboom que se dedica a crear parques infantiles en los barrios. En sus 10 primeros años de vida consiguieron crear 750 parques. Kaboom decidió modificar su modelo de actuación: de encargarse de construir los parques pasó a construir una web para ayudar a que las comunidades vecinales pudieran organizar esa labor. El resultado: en menos de tres años se construyeron 4.000 parques infantiles.
Se trata de un modelo que no se circunscribe únicamente a este tipo de acciones. También puede extenderse a labores sociales, de sensibilización o de presión, entre otras.
2. CONSTRUIR REDES
Las organizaciones sociales han crecido de distintas maneras según los tiempos. En un primer momento asistimos al crecimiento en forma de redes de organizaciones locales, como fue el caso de Cruz Roja.
Posteriormente comenzaron a aparecer organizaciones basadas en el desarrollo local de una idea o modelo fácilmente replicable sin un centro coordinador, como fue el caso de Alcohólicos Anónimos.
Finalmente, los avances tecnológicos que se han extendido en este principio del siglo XXI está permitiendo la extensión de las organizaciones gracias al surgimiento de la figura del activista online: personas que pueden conseguir ingresos, hacer voluntariado, informar, sensibilizar o colaborar en las campañas organizadas por las ONGs.
Aquellas organizaciones que sepan generar e implicar a redes de miles de personas serán las que tendrán impacto en el futuro más inmediato.
3. USAR INTERMEDIARIOS
La principal virtud del uso de intermediarios es que permiten mejorar la eficacia en aquellas tareas que desarrolla la ONG y al mismo tiempo alcanzar metas que por si misma nunca hubiera podido prever.
En España hay dos organizaciones de este tipo que me gustan especialmente:
Por una parte HacesFalta.org, de la Fundación Chandra, un portal que se ha convertido en un hub para ONGs y personas en materia de voluntariado y empleo en el tercer sector.
Y por otra parte la empresa social SocialBid, un outlet de subastas online que permite a las empresas deshacerse de sus excedentes y a las ONGs financiarse con las compras que los usuarios realizan.
Ambos son buenos ejemplos de cómo las organizaciones pueden apoyarse en intermediarios innovadores para escalar su impacto.
4. DESARROLLAR EL TALENTO
Muchas organizaciones están ya empezando a invertir en líderes sociales para que después sean ellos los que cultiven, hagan crecer y afiancen los cambios perseguidos.
En este terreno es especialmente significativa la labor de la organización americana Civic Ventures. Su cometido es organizar encuentros entre profesionales con talento para incitarles a tomar la decisión de dedicar la segunda mitad de su vida la laboral a trabajar en proyectos que provoquen cambios sociales.
También en Estados Unidos este tipo de estrategias se han extendido en las ONGs que tienen como misión mejorar la educación del país. Teach for America y New Leaders for New Schools son buen ejemplo de ello.
¿Alguien conoce a alguna organización española que haga lo mismo?
5. COMBINAR SERVICIO Y DENUNCIA
Muchas organizaciones están en posición de añadir a su trabajo de carácter social una línea de sensibilización, denuncia o presión. El mejor ejemplo serían las ONGs de caracter asistencial. Son ellas las mejor posicionadas para, por ejemplo, implantar una estrategia de sensibilización de los gobiernos locales hacia la financiación de estas redes de solidaridad.
En EEUU, organizaciones de este tipo han conseguido con su labor de presión movilizar fondos públicos y privados para la realización de sus actividades y al mismo tiempo han colaborado en la elaboración de leyes y programas gubernamentales que facilitan su labor.
La combinación de una buena acción social con una estrategia de defensa de su visión puede multiplicar el impacto de las organizaciones.
6. CAMBIAR ACTITUDES Y COMPORTAMIENTOS
El terreno más difícil en el que combatir para una ONG es el de la mente de las personas. La mayor barrera y, al mismo tiempo, el mayor catalizador para el cambio social, son las actitudes y los comportamientos de la población. Por ese motivo es necesario que dentro del plan de acción de cualquier organización se incluya una estrategia para, en solitario o de forma conjunta, generar un nuevo escenario mental que facilite su labor.
En España, las campañas más potentes en términos de actitudes y comportamientos quizás hayan sido gubernamentales («Todos contra el fuego», «Pezqueñines, no gracias» o el «Póntelo, Pónselo»). Pero nada impide que las ONGs puedan realizar campañas que del mismo modo transformen nuestra percepción de la realidad.
En este sentido retomo un asunto que, dada la situación económica, se está convirtiendo en uno de los mayores padecimientos de las ONGs en España: la financiación. España es, comparativamente y con mucha diferencia, uno de los países de Europa donde la gente hace menos aportaciones privadas y continuadas a las ONGs. ¿Qué tal coger el toro por los cuernos y plantearle directamente a la ciudadanía que sin ella no es posible avanzar?
7. EMPODERAR
Cambiar la percepción de lo que es posible. Muchas organizaciones están consiguiendo un verdadero impacto en la sociedad haciendo que la gente se cuestione las cosas que hasta ahora creía que no era posible cambiar… haciendo que sean ellos quienes las cambien!
El mejor ejemplo de éxito reciente sería Kiva. ¿Quien iba a creer que una señora sentada en su ordenador en Fuengirola iba a ser capaz de financiar a un emprendedor que lucha por salir adelante en Ulan Bator?
Pero Kiva no es un caso aislado, Avaaz, una organización transnacional de defensa de causas sociales y políticas, también está cosechando un gran éxito permitiendo a millones de personas presionar sobre gobiernos y Global Voices está congregando a cientos de blogueros para conseguir que las voces silenciadas por los regímenes totalitarios que todavía resisten sean escuchadas alto y claro.
El mundo está cambiando… o siendo más realista que retórico: el mundo ha cambiado ya. Las organizaciones sociales tienen la oportunidad de asir los instrumentos para entrar en este mundo nuevo o pervivir en formas de trabajo tradicionales. Pero sea cual sea la elección, ninguna debe ignorar que aquellas que no apuesten por la innovación en tiempos de cambio seguirán estando perfectamente preparadas. Eso sí, perfectamente preparadas para un mundo que ya no existe. Y que no volverá a existir jamás. El futuro pertenece a los innovadores.
Imagen: Bufivla