Desde ayer está abierto el periodo de votaciones para proponer candidatos a los III Premios Enrique Padrós. Un Premio al mejor blog realizado por un político en activo y un Premio al mejor blog que trate temas políticos.
En la primera categoría, de momento, no voy a desvelar a quien he votado porque resulta bastante obvio… pero sí quiero anunciar a quien doy mi voto como miembro de Las Ideas para que se convierta en candidato al Premio Padrós como mejor blog sobre política.
La mayor parte de nosotros, cuando pensamos en un buen blog sobre política, traemos a nuestra mente a quien es hoy el número uno y con razón. Otros, amantes de los corrillos parlamentarios considerarán que se lo merece quien hace seguimiento de la vida parlamentaria y también me parece muy razonable. Votar por cualquiera de los dos me resultaría fácil. Demasiado fácil. Y a mí, me gusta lo difícil.
Es más difícil apostar por un talento nuevo y desconocido para algunos pero que se ha convertido en bloguero de cabecera en varias sedes federales de distintos partidos. Es más difícil apostar por alguien joven que todavía no ha recibido grandes premios o reconocimiento pero que se esfuerza todos los días en ofrecer artículos de calidad, con puntos de vista originales y en los que siempre hay algo nuevo que aprender. Es más difícil votar a alguien para quien un premio así va a tener un verdadero significado tanto en lo personal como en lo profesional.
En definitiva, es difícil apostar por la juventud y el talento porque corremos el riesgo de equivocarnos porque no hay hechos palpables como una dilatada carrera o una larga experiencia profesional. En la juventud y en el talento hay que ser valiente, hay que tener fe. Yo tengo fe.
Mi voto es para Albert Medrán.