Heroína + SIDA + Tuberculosis

La tendencia al descontrol de las toxicomanías se está frenando. Así lo afirmó recientemente Antonio María Costa, Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito. Los mercados, tanto de tráfico como de consumo, han permanecido estables en el bienio 2005-2006. Una buena noticia de la que pueden saber más viendo este vídeo:

Sin embargo, éstos datos que en general son alentadores, no lo son en el caso particular de Afganistán, principal productor de heroína del mundo.

La producción de opio en el Afganistán todavía constituye un problema grave: en 2006 el cultivo aumentó espectacularmente, contrarrestando los notables éxitos logrados en la eliminación de otras fuentes de opio, especialmente en Asia sudoriental. «En el Afganistán el opio es un problema de seguridad más que de drogas», señaló el Director del organismo antidrogas de las Naciones Unidas.

«La provincia de Helmand, gravemente amenazada por la insurgencia, ha ido convirtiéndose en la principal proveedora de drogas del mundo, con una superficie de cultivo ilícito que supera la del resto del país, e incluso la de países enteros como Myanmar o incluso Colombia», agregó. «Si se logra extirpar en Helmand el cáncer de la droga y la insurgencia se liberará al mundo de la principal fuente del estupefaciente más peligroso y se avanzará mucho para instaurar la seguridad en esa región».

El principal problema asociado a este incremento del cultivo de opio, dejando al margen la amenaza que supone para la seguridad internacional el hecho de que éste comercio pueda servir para financiar redes terroristas, es de carácter sanitario. El incremento del consumo de heroína, no solo en Afganistán sino en toda la región asiática, provoca, según la Cruz Roja, la aceleración de la propagación del virus del VIH/SIDA. Una epidemia que está provocando estragos entre los consumidores de drogas inyectables que comparten las agujas.

Asociada a la propagación del VIH/SIDA encontramos la extensión de enfermedades como la tuberculosis, principal causa de muerte de quienes sufren el SIDA. Se trata de un problema agravado por el hecho de que no existen ni datos oficiales al respecto en ningún país de la región ni tampoco existen medios para realizar detecciones del virus.

El peligro es, a todas luces, evidente.