La Inversión de las Multinacionales Españolas

Es un poco tarde, las 2:34 am pero no he querido dejar de empezar a leer un informe recogido por el Instituto Elcano sobre la Inversión Extranjera Directa (IED) de las empresas españolas. Hasta donde he leído se realiza un didáctico recorrido por la IED española desde medidados del siglo pasado hasta la actualidad.

En particular, me ha llamado la atención la clara distinción que puede hacerse entre los dos últimos periodos de inversión en América latina.

De 1993 a 2000, durante la primera fase de inversiones sustanciales en el extranjero, invirtieron en esa región los bancos Santander y BBVA, el conglomerado de petróleo y gas natural Repsol, Telefónica y Gas Natural, las empresas energéticas Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa y algunas empresas del sector de la construcción y las infraestructuras (véase la Figura 5). América Latina fue el destino del 61% de la inversión neta total durante ese período –que se situó en una media de 13.100 millones de euros al año sin incluir las Entidades de Propósito Especial (ETVE), cuya única finalidad es la tenencia de valores extranjeros–, frente al 22,5% destinado a la UE-15 y el 9% destinado a EEUU y Canadá. Tan sólo EEUU, que presenta una economía doce veces superior a la de España y que tiene en América Latina su “patio trasero”, invirtió más en esa región. Durante la segunda fase de inversiones, de 2001 a 2006, en que la inversión neta total alcanzó una media de 26.800 millones de euros al año, el porcentaje representado por América Latina fue del 16%, el de la UE-15 del 67% y el de EEUU y Canadá del 6,4%.

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Las causas que llevaron a la inversión española a niveles tan elevados son múltiples: la liberalización y privatización de distintos sectores abrieron nuevas posibilidades a las empresas españolas, la lengua compartida favorecía la implantación de los sistemas de gestión, la extensión del continente suponía también grandes mercados y las variables macroeconómicas habían conseguido estabilizarse. Sin embargo, a partir del año 2001 hay un fuerte cambio de tendencia.

El alejamiento de América Latina a partir de principios de la década de 2000 (tras la crisis financiera argentina que afectó a los bancos y empresas que operaban allí pero que apenas afectó a la economía general española)[4] para volver las miras a Europa, en particular al Reino Unido, a EEUU y, en menor medida, a Asia, estuvo marcado por diversas inversiones emblemáticas: la adquisición por el Santander del banco británico Abbey en 2004, por 12.500 millones de euros, la adquisición por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de dos pequeños bancos en California y Texas y la adquisición por Telefónica de una participación en China Netcom en 2005 y la compra del operador de telefonía móvil O2 en Reino Unido, Alemania e Irlanda en 2006, por 26.000 millones de euros, la mayor adquisición española de una empresa extranjera de la historia. A pesar de ese alejamiento, América Latina sigue siendo una de las regiones que más contribuye a los resultados finales de un considerable número de empresas y bancos. En 2006, cerca de un cuarto del resultado operativo (EBIT) de las empresas integrantes del índice Ibex-35 del mercado español de valores procedía de esa región.

El artículo sigue con un análisis de la inversión por sectores. Parece interesante así que mañana le pego una leída.