Estoy indignado. Indignado por el machismo recalcitrante de los medios de comunicación (algunos pretendidamente progresistas) que han sacado a relucir ante las últimas palabras de Hillary Clinton en el Congo.
La situación, ya en sí misma indignante, ha consistido en que un estudiante le ha preguntado a Hillary Clinton qué opina su marido acerca de una cuestión de actualidad. Hillary, con justificada indignación, le ha contestado que Bill Clinton no es el Secretario de Estado de EEUU, que lo es ella y que si quiere su opinión se la dará pero que no va a dar ella la opinión de su marido.
Pero lo que me parece una muestra de ese machismo asqueroso que la mayor parte de los medios de comunicación hayan dicho que Hillary Clinton «ha perdido los nervios». Esto es lo que dice un medio online a pie de vídeo:
La secretaria de Estado de EE UU pierde los nervios cuando un estudiante de Congo le pregunta por la opinión de su marido y ex presidente sobre un tema de actualidad
¿Pero cómo que pierde los nervios? Hillary Clinton no ha perdido los nervios.
Ante una pregunta machista, Hilllary Clinton ha sido absolutamente asertiva y ha dicho lo que pensaba con rotundidad. Es, de nuevo, la visión machista de los medios la que intenta dejar a la Secretaria de Estado estadounidense como una persona voluble que no controla su carácter y que por lo tanto no está capacitada para la labor que le ha sido encomendada.
Es este tipo de mentalidad la que acaba con mujeres muertas a puñaladas. Una vez más, refuerzo mis convicciones acerca de lo imprescindible que es luchar para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres. Pero no conseguiremos nada si no somos todos y todas quienes denuciamos este tipo de trato en todas las situaciones, tanto como cuando se da una bofetada como cuando un periódico dice que una mujer «ha perdido los nervios».