Patriotismo

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Estimados lectores, me encuentro ahora mismo en EE.UU., en una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra llamada Somersworth y hoy se celebra aquí la fiesta nacional: The Independence Day.

En 1776 las trece colonias de Norte América se declararon independientes del Reino de Gran Bretaña en un documento que se conoce como la Declaración de Independencia. Declaración que fue ratificada por el Congreso continental el 4 de julio. El mismo sentimiento que llevo a los padres de la patria norteamericana a la redacción de dicho documento es el que se sigue celebrando hoy en día. Es el día del patriotismo, un concepto al que vale la pena dedicarle unas líneas…

Quien haya tenido la suerte de visitar en estos dias o vivir en EE.UU. o, mejor todavía, convivir con una familia americana entenderá por que quiero hablar de la idea de patriotismo. Y es que aquí el patriotismo tiene una dimensión bastante distinta a la que conocemos en España. Gracias a que Estados Unidos no arrastra una Historia tan cargada de fratricidios como ocurre en la española, aquí, el concepto de patriotismo es mucho más sencillo y menos enrevesado de lo que podemos imaginar. Aquí, si uno es americano apoya lo suyo sin más. Bush puede ser un cateto pero en cualquier caso sus chicos están jugándose la vida en Irak y es deber de todos apoyarlos. Tal vez la Seguridad Social brille por su ausencia pero aquí los hijos de cada familia son criados por toda su comunidad, la gente se conoce y confían los unos en los otros. Las puertas de las casas, pese a lo que en algunos documentales nos quieran hacer creer, están todo el día abiertas y los coches también. Cuando el americano piensa en su bandera, piensa en valores positivos que desea compartir con el resto de la humanidad.

Como bien saben ustedes esto no ocurre en España. En España, confundimos la mayor parte de las veces la idea de patriotismo con la de nacionalismo. Por ello, cuando aparece el tema nos estremecemos. Mucho se ha sufrido en nombre del nacionalismo, el de unos y el de otros, el centralista y el periférico. Gran parte de los españoles rehuye de la idea de patriotismo y eso, desafortunadamente, nos lleva a deshacernos voluntariamente de uno de los elementos que podrían ser la base de una mayor solidaridad entre todos nosotros.

Espero que a alguno de ustedes estas líneas les hayan empezado a provocar un chisporroteo en sus cabezas. Agárrense que vienen curvas.

Creo que ha llegado el momento de superar nuestros miedos y dar un paso al frente. Necesitamos redefinir nuestro concepto de patriotismo para tender más puentes entre nosotros y aumentar nuestra capacidad de proyectarnos hacia el exterior.

En primer lugar necesitamos desligar la idea de patriotismo de la de nacionalismo. La idea de patriotismo no puede estar aparejada al centralismo, no puede servir para oponerse a los nacionalismos periféricos. Ser patriota no tiene nada que ver con negar la diferencia. Al contrario, dentro de la idea de patriotismo cabe el orgullo por nuestra propia diversidad y riqueza cultural. Un patriotismo inclusivo, no nacionalista, es perfectamente posible.

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En segundo lugar, es necesario, para la reformulación de nuestro concepto de patriotismo, trabajar en la construcción del patriotismo civil. Ese patriotismo que difiere del amor a las banderas, los himnos y otros símbolos. Que difiere del patriotismo estatal. Es preciso construir un patriotismo civil, un sentido de responsabilidad con nuestros propios compatriotas así como con aquellos que se encuentran entre nosotros. Desarrollar un mayor sentido de responsabilidad para con nuestros conciudadanos. Esta filosofía europea que entiende que el Estado es quien debe velar por nosotros y asistir a los más desfavorecidos está bien pero ello no debe servir para descuidar nuestro sentido de solidaridad individual.

En tercer lugar, este nuevo concepto de patriotismo debe ser un concepto racional. La idea de patriotismo no debe construirse sobre sentimientos sino que debe instituirse sobre bases racionales. En este sentido, y en lo que queda más cerca de nosotros esto significa que debemos rehuir de planteamientos simplistas e irracionales de adhesión a lo que nos resulta más cercano o sencillo. Será necesario ampliar la idea de lo que es nuestro para ser conscientes de toda nuestra riqueza y así poder utilizarla del modo más inteligente. No valen ya por lo tanto frases como “que hablen catalán/gallego/vasco porque esto es Cataluña/Galicia/Euskadi” ni el “que hablen castellano porque estamos en España”.

Y finalmente, creo que este nuevo concepto de patriotismo ha de ser multinivel. Para ser capaz de apreciar la diversidad y la riqueza en la que vivimos es necesario ser capaz de sentirse al mismo tiempo perteneciente a distintas esferas. Debe ser compatible, por lo tanto, el amor por su ciudad, su Comunidad Autónoma, su País y su continente. Si ven por donde voy, ya sabrán ustedes cual es el siguiente paso, pero a eso le dedicare algún día otro artículo completo….

En fin, quizás este artículo es un tanto precipitado pero lo escribo desde el sentimiento que tenemos muchos jóvenes españoles de dejar atrás eso de “las dos Españas” y dar un paso adelante. Un paso hacia una mejor convivencia, una mayor solidaridad y un mayor cosmopolitismo.

¿Se dan cuenta de la aparente contradicción? Del patriotismo al cosmopolitismo… casi nada.