Polémica en Suecia

Parece ser que un cumpleaños infantil ha desatado la polémica en Suecia.

El caso es que un niño repartió sus invitaciones de cumpleaños entre sus amigos en clase y los invitó a todos menos a dos. En cuanto el profesor se percató de ésto decidió confiscar todas las invitaciones argumentando que eso representaba un trato discriminatorio.

El país nórdico goza, al igual que otros países escandinavos de buena fama en materia de Derechos Humanos sin embargo la realidad es que como en muchos otros lugares los extranjeros, los homosexuales y los romaníes están discriminados. De ahí el exceso de celo.

Pero en este caso parece que la cosa se ha salido de madre: el padre ha tenido que recurrir al Defensor del Pueblo porque considera que el haberle requisado las invitaciones es algo así como violar la correspondencia. El colegio erre que erre. Y la sentencia del caso, en septiembre.

Al parecer, los motivos para no invitar a cada uno de esos dos chavales fueron que, en el caso del primero, éste había tenido algunas peleas con el cumpleañero; en el caso del segundo, el supuesto «discriminado» no había invitado tampoco al chaval a su cumpleaños con anterioridad…

En fin, en declaraciones del padre a un periódico: el niño «se lo ha tomado muy mal».

Ya ven, si la cuestión de la defensa de los Derechos Humanos a todos los niveles es una cosa muy seria, en ocasiones el exceso de celo puede acabar produciendo el efecto contrario. Porque al fin y al cabo, de lo que trata defender los Derechos Humanos es de defender la felicidad. Y a este niño parece que le han aguado la fiesta.