Más Open Government

Ésta va a ser la semana del pistoletazo de salida de las plataformas de Open Government en España. Hoy se presentará Irekia, la herramienta de Gobierno Abierto del Gobierno vasco.

Aunque puede parecer un concepto muy reciente la doctrina del Gobierno Abierto tiene sus orígenes en la Ilustración, así lo describió el filósofo del siglo XX Jürgen Habermas en su libro La transformación estructural de la esfera pública donde también denuncia como durante el siglo pasado numerosos factores han ido convirtiendo la política en algo que se parece más a un mercado que a un debate racional y crítico.

Para recuperar el debate honesto y transparente, a principios del siglo XXI la teoría política del Open Government retorna con el fuerte empuje que le dota una palanca llamada Internet. Gracias a la digitalización de los datos y a la red de redes, es por fin posible, en la teoría y en la práctica, que las Administraciones Públicas y los Gobiernos pongan los datos públicos a disposición de los ciudadanos de forma proactiva.

Personas con visión, como Barack Obama, apreciaron el valor que la apuesta por el Gobierno Abierto tiene para la transparencia y, en consecuencia, para la Democracia. Por ese motivo el presidente estadounidense hizo del Open Government una de sus mayores promesas electorales. Promesa que ha cumplido en su primer año de mandato: hace unos meses salía a la luz Data.gov, un espacio en el que los datos públicos se ponen a disposición de los ciudadanos para su conocimiento, estudio y crítica.

El siguiente en la lista ha sido el Gobierno británico quien lanzaba la semana pasada su propia plataforma de Gobierno Abierto multiplicando por tres la oferta de datos pública de su referente americano. En la misma línea, hoy mismo el periódico The Guardian ha anunciado el primer buscador mundial de datos públicos.

¿Pero esto de poner los datos a disposición del público para qué sirve? En primer lugar tiene una función obvia, la de poder conocerlos. Pero sus aplicaciones van más allá. En lo político la apuesta por transparencia significa una mayor facilidad para luchar contra la corrupción. ¿Recordáis los recientes escándalos de los sueldos de los diputados británicos? Pero esos datos tienen muchas otras aplicaciones que pueden ayudarnos en el día a día. Por ejemplo, la puesta a disposición en tiempo real de datos de tráfico o meteorológicos puede servir para que una pléyade de nuevos emprendedores se lanze a crear aplicaciones que nos faciliten la vida. Es decir, también sirve para generar empleo. Estos son solo dos ejemplos nímios pero las posibilidades son prácticamente infinitas.

Otra más es la de entender lo que hace el gobierno. Porque tras la publicación de los datos, y gracias al trabajo de emprendedores y organizaciones no lucrativas, comenzaremos a visualizar de forma comprensible lo que significan. En este vídeo lo explican de manera rápida, clara y con humor:

Como decía al principio, el lanzamiento de Irekia es el pistoletazo de salida de este tipo de plataformas en España. Es la primera y no debe ser la última. Y para ello, probablemente, haya que legislar para introducir esta forma de hacer y entender el gobierno ya que España es uno de los pocos países en Europa que todavía no tiene una Ley de Acceso a la Información. Y nos merecemos una, ¿no creéis?

Imagen: jovike