Hace ahora más de diez años, ante el éxito que estaba viviendo mi startup tuve que tomar una decisión aparentemente difícil. Éramos la startup de mayor crecimiento de la historia de España en número de usuarios y eso había llamado la atención de nuestro competidor más directo en Estados Unidos. Crecíamos cuatro veces más rápido que ellos y tan solo siete meses después de nacer teníamos sobre la mesa una oferta para, de la noche a la mañana, dejar de ser una potente startup española y convertirnos en una scale up global con impacto en todo el mundo. Debía tomar una decisión. En las últimas semanas he vivido una experiencia similar.
Hace cinco años di un paso adelante en política con la visión de poner en marcha una hoja de ruta para transformar el modelo productivo de la mano del emprendimiento innovador. Hace tres, en enero de 2020, recibí el encargo expreso del Presidente del Gobierno de poner en marcha el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora. Para entendernos: crear una startup en Moncloa con el objetivo de situar al emprendimiento innovador en lo más alto de la agenda política e iniciar las transformaciones que situaran a España en la senda de convertirse en una Nación Emprendedora. Han pasado tan solo tres años, mucho y muy buen trabajo, y recientemente llegué a la conclusión de que lo habíamos conseguido.
No solamente hemos puesto en marcha un órgano de referencia para todo el sector del emprendimiento innovador sino que en este corto tiempo hemos puesto en pie proyectos clave para el futuro del país.
El primero de ellos fue la Estrategia España Nación Emprendedora. Una hoja de ruta que marca el camino para que el emprendimiento innovador pase a convertirse en un elemento para el crecimiento del país y la transformación de sus bases productivas. En otras palabras, potenciar al emprendimiento emergente para que, siendo más potente, pueda contribuir a la generación de más y mejor empleo así como a un mayor grado de bienestar en la sociedad española. La estrategia recoge 50 medidas consensuadas con todos los actores públicos y privados acerca de lo que es necesario hacer para llegar al puerto de destino. E hicimos un ingente trabajo para que esa estrategia enseguida permeara en los distintos ministerios del gobierno para que empezaran a ejecutar sus programas. La acción fue un éxito y a día de hoy la Estrategia España Nación Emprendedora, no solo es una parte fundamental del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, sino que en los últimos Presupuestos Generales del Estado recogen 89 líneas de actuación que suman 3.459 millones de euros. Eso solo en los presupuestos para 2023 porque entre los presupuestos de 2021, 2022 y 2023 las asignaciones a la construcción de la España Nación Emprendedora suman más de 8.000 millones de euros. Una cifra jamás vista en nuestra historia. El impacto de la Estrategia en la acción del gobierno es enorme.
La acción del Comisionado no se quedó ahí y en 2022 logramos liderar la aprobación de una Ley que transforma significativamente el posicionamiento de España en el mundo como lugar para emprender. Una ley cuyo contenido tenía claro desde que inicié esta etapa política. Me refiero a la Ley de Startups, que me habréis escuchado decir en varias ocasiones que es una revolución. Lo es porque cambia tanto las herramientas disponibles que, de la noche a la mañana, nos convierte en uno de los mejores lugares de Europa, y por lo tanto del mundo, para el emprendimiento innovador. Más que una revolución es una triple revolución:
Es una revolución en el talento. Pasamos a disponer de las opciones sobre acciones (stock options) más atractivas de nuestro continente y por lo tanto pasamos a tener la mejor herramienta para atraer y retener talento a nuestro país, porque además se han ampliado de manera general todos los visados ligados a emprendedores, inversores y profesionales ligados a este sector aumentando su vigencia de uno a tres años. Se ha creado también un visado para nómadas digitales. Y se ha mejorado el régimen de tributación de los expatriados para que sea más fácil que decidan asentarse en nuestro país.
Es una revolución en la inversión. Introducimos un nuevo tratamiento para los beneficios de los fondos de inversión, haciéndolo más claro y atractivo por lo que en no mucho tiempo veremos a más fondos de capital crearse y asentarse en nuestro país poniendo más dinero a disposición de nuestros emprendedores y emprendedoras. Hemos removido también barreras para facilitar la inversión de inversores extranjeros en nuestro país y que nuestras startups no tengan que marcharse cuando necesitan rondas de financiación que no encuentran todavía en España. Y hemos puesto en pie el fondo Next Tech, un fondo de naturaleza público-privada, de hasta 4.000 millones de euros para el escalado de nuestras empresas tecnológicas, que se ha convertido ya en el segundo mayor fondo de europa de esta naturaleza. Pero hay más, hemos revolucionado también los incentivos para inversores iniciales, los conocidos como business angels, que nos sitúan como también como uno de los mejores países de Europa para estos primeros inversores y por lo tanto para poner en marcha un emprendimiento innovador.
Y es una revolución del propio Gobierno. Ahora el gobierno pasa a convertirse en un aliado. Se han eliminado todo tipo de barreras y se ha seguido avanzando en la implantación de infraestructuras fundamentales para el emprendimiento innovador. En España, con el nuevo marco normativo, va a ser posible crear una startup con 1 euro de capital y en tan solo 6 horas, en los próximos meses se pondrá en marcha la ONE (Oficina Nacional de Emprendimiento) que será la ventanilla única para emprendedores y se ha apostado por los entornos controlados de pruebas (sandboxes), para sectores fundamentales como el eléctrico o el financiero.
Y si en 2021 aprobamos la Estrategia y en 2022 logramos que se aprobara la Ley de Startups, en este 2023 hemos podido poner ya en marcha el colofón a nuestros esfuerzos con la reciente presentación de Spain Up Nation. Una marca que aglutina todas las acciones que el gobierno está orientando hacia el emprendimiento innovador. Una marca que va a servir para decirle al mundo que ya estamos aquí. Que España no solo viene siendo uno de los mejores lugares del mundo para vivir, sino que ahora es también uno de los mejores lugares del mundo para emprender.
El excelente trabajo que mi equipo ha hecho en estos tres años ha llevado las capacidades de un Comisionado a sus límites. Hemos superado todo lo que cabría esperar de un órgano que, si bien se encuentra en la Presidencia del Gobierno, no tiene atribuciones legislativas ni de ejecución de proyectos. El Alto Comisionado para España Nación Emprendedora ha sido un enorme éxito. Ha cumplido su función: impregnar a los ministerios de políticas y proyectos que ahora deben seguir su curso en la Administración pública para hacer de España la Nación Emprendedora de mayor impacto social de la historia.
Hace unas semanas, tuve que tomar una decisión aparentemente difícil. Era necesario dar por concluida la labor del Comisionado para que la labor de transformación pueda ser todavía mayor. Es el momento de que la misión de hacer de España una Nación Emprendedora quede ya totalmente en manos de los Ministerios, con los medios necesarios para hacerla realidad. Por eso el pasado 31 de enero planteé al Presidente del Gobierno mi renuncia como Alto Comisionado y ambos estuvimos de acuerdo en que la misión está cumplida.
Hoy hacemos efectiva esa decisión y termina la labor del Alto Comisionado para España Nación Emprendedora. Un órgano que ha recibido el máximo reconocimiento por parte del ecosistema y que, en un tiempo récord ha puesto en marcha una estrategia, una ley y una marca que definen un nuevo futuro para nuestro país. Hemos construido un nuevo pilar de país para la transformación del modelo productivo y me siento muy orgulloso de haber podido liderar esta transformación. Desde ahora el emprendimiento innovador se convierte en una palanca de crecimiento, de mejora del tejido productivo y en un foco de creación de más y mejor empleo.
No quiero terminar estas palabras sin dar las gracias, primero, a mi equipo y a todas las personas que han pasado por él en los últimos tres años; y en segundo lugar también a todas las personas, agentes, asociaciones, instituciones, startups, scaleups, inversores y demás actores del ecosistema de emprendimiento innovador. Esto es un éxito colectivo. Una lección de lo que este país puede lograr cuando trabajamos juntos.
Por mi parte, solo terminar recordando quien soy: un emprendedor apasionado por el cambio social, por mejorar la vida de los ciudadanos y feliz de servir a su país.